que retumbas en blancas murallas,
entre las vagas orillas, en calma.
Que vienes a mí con un vagido lejano,
estremecida por momentos, agitada,
quizá amalgamándote en una melodía
o buscando en mi mente angustias pasadas.
Que vienes a mí con un vagido lejano,
estremecida por momentos, agitada,
quizá amalgamándote en una melodía
o buscando en mi mente angustias pasadas.
En fuerte convicción, mi razón te acapara,
quizá por los miedos que mi corazón desata,
tratando de comprender tantas verdades,
que en humano designio robaban mi alma.
Ahora, ya no te quedas callada
tienes alegría y entonces te escapas
no por saber que pueden apagarte,
sino por enfrentar la vida, ahora ansiada.
***Huella del aire***