Cuadro: "El banco de la indigencia", Carretero (pintor madrileño)
Se aman…
entre lúbricos fluidos
de ácaros libadores,
con el baño del hollín,
y la ácida lluvia del cielo.
Entre partículas de asfalto
y efluvios de alcantarilla,
como único instante
de su salvajismo urbano
en la vía pública.
Se aman…
con el impulso tóxico
de la basura cancerígena,
entre rogativas de limosna,
y el desprecio de las masas.
Con la ropa destripada,
viéndose manchas en la cara,
con el ruido de los autos,
y los lenguajes del semáforo.
Se tocan…
con sensuales aromas
de cemento de zapato,
con las uñas crecidas,
y fresco crack
sobre la nariz y los labios.
Nada perturba su idílico
diálogo de correspondencias.
Los guarecen los edificios
en su emporio laberintico
de graffitis y mugres añejas.
Sí, se aman…
En la confusión
del tráfico dominguero.
Magnetizándose
hacia la tosquedad de su belleza.
La calle es el escondite
para enlazar su pacto de bajezas,
esa perturbación de nieblas
de la precariedad venidera.
19-10-2014
entre lúbricos fluidos
de ácaros libadores,
con el baño del hollín,
y la ácida lluvia del cielo.
Entre partículas de asfalto
y efluvios de alcantarilla,
como único instante
de su salvajismo urbano
en la vía pública.
Se aman…
con el impulso tóxico
de la basura cancerígena,
entre rogativas de limosna,
y el desprecio de las masas.
Con la ropa destripada,
viéndose manchas en la cara,
con el ruido de los autos,
y los lenguajes del semáforo.
Se tocan…
con sensuales aromas
de cemento de zapato,
con las uñas crecidas,
y fresco crack
sobre la nariz y los labios.
Nada perturba su idílico
diálogo de correspondencias.
Los guarecen los edificios
en su emporio laberintico
de graffitis y mugres añejas.
Sí, se aman…
En la confusión
del tráfico dominguero.
Magnetizándose
hacia la tosquedad de su belleza.
La calle es el escondite
para enlazar su pacto de bajezas,
esa perturbación de nieblas
de la precariedad venidera.
19-10-2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario