Cuadro de Leonardo Da Vinci
Palpo la esfera misteriosa del instante,
la forma roja y radicular del amante,
el tiempo evaporado
lentamente en el envase,
el humo celeste
de las profecías del vate.
El sofista, en la llama,
buscando elevarse,
inmerso en la orilla
cractácea del Hades.
El príncipe nórdico
sigue dormido en el trance,
la voz del oráculo
promulgó que descanse,
porque agitan tormentas,
que rugen sus fauces,
impidiendo el bautismo
del que busca iniciarse.
La luz del eclipse
empieza a aparearse,
la lengua mundana
habla del próximo trance.
¡Déjenlo dormir,
que Morfeo lo amarre!
26-11-2017
2 comentarios:
Eres una mujer hermosa y una gran vidente. Salud genia poética!!!
Publicar un comentario