Mundo de las libélulas
Volando entre las circulares danzas del viento,
llegué a los manantiales de Lacimia...
Allí volaba yo entre las criaturas aladas
observando sus pequeños ropajes de selva húmeda,
sus suspiros suaves de aire, con cristales finos de luna.
Volábamos juntas al margen del tiempo,
acaparando de la brisa su suave suspensión en el aire.
Chocábamos nuestros suaves cabellos,
buscando entre nosotros un suave sosiego.
La noche se desparramaba con sus mágicas estrellas,
el arroyo gemía con su voz mansa y herida,
ansiaba bañarnos con su ternura líquida,
con sus burbujas azules que de las rocas lizas nacían.
Y hacíamos de escolta al paso hereje de las hojas,
buscando un espacio silencioso para absorber sus perfumes de menta,
frágil suspiro de una sincronía floral perpetua,
como si se volviese a la vida cuando el día recibe
el luminiscente polen violáceo que siembra.
Lacimia, el mundo de las libélulas,
las que cortejan con sus transparentes alas a las mansas gotas de agua
buscando acaparar su levitación etérica de niebla,
que en la brisa crepuscular, sombría e inmutable,
el latir neuronal de sus alas azules eyecta.
Huella
7-10-2013
Volando entre las circulares danzas del viento,
llegué a los manantiales de Lacimia...
Allí volaba yo entre las criaturas aladas
observando sus pequeños ropajes de selva húmeda,
sus suspiros suaves de aire, con cristales finos de luna.
Volábamos juntas al margen del tiempo,
acaparando de la brisa su suave suspensión en el aire.
Chocábamos nuestros suaves cabellos,
buscando entre nosotros un suave sosiego.
La noche se desparramaba con sus mágicas estrellas,
el arroyo gemía con su voz mansa y herida,
ansiaba bañarnos con su ternura líquida,
con sus burbujas azules que de las rocas lizas nacían.
Y hacíamos de escolta al paso hereje de las hojas,
buscando un espacio silencioso para absorber sus perfumes de menta,
frágil suspiro de una sincronía floral perpetua,
como si se volviese a la vida cuando el día recibe
el luminiscente polen violáceo que siembra.
Lacimia, el mundo de las libélulas,
las que cortejan con sus transparentes alas a las mansas gotas de agua
buscando acaparar su levitación etérica de niebla,
que en la brisa crepuscular, sombría e inmutable,
el latir neuronal de sus alas azules eyecta.
Huella
7-10-2013
5 comentarios:
no entiendo la palabra lacimia busque en el diccionario y lo mas similar es lacinia que es ni mas ni menos que los nervios que tienen las hojas pero a lo mejor inventaste esa palabra como si fuera un mundo imaginario que no conocemos no se te dejo el dato por si hay algún error
Si mi querido amigo, es un invento en el orden de los inventos de color violeta. Cariñitos para ti, que lindo que vengas aquí a mi lado a compartir.
(...)Me está dejando sin palabras.., temo romper la magia tan inusual de sus palabras y su pluma...
Un saludo.
Inventaste un mundo donde las libélulas fueron reinas durante su vuelo, y tú, a través de tus siempre hermosos versos consigues llevarnos y fundirnos en la magia de la poesía llena de fantasía.
Increíblemente bello mi linda amiga.
Besitos!
Una sinfonía de color y belleza, abrazada a unos versos para enmarcar.
Besos y aplausos.
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