Paco, de
“Sangre por sangre”.
La piel fue para mí la marca de mi sentencia,
un llamado de guerra que la sangre reclama.
Mi honor es lo primero, y el respeto la pujanza,
para escudar a mis carnales de su cruel desgracia.
El odio nos atrapó con rebenques envenenados,
no era cualquier cosa, era Crucito que ahora sufría.
Y con la fresca memoria saldríamos a vengarlo
asi nos cueste la propia vida para pagar su honra.
La muerte arrastró con furia a sus víctimas,
Miklos terminó en la pinta y yo como jura.
La vida es traicionera, comprendí tantas cosas,
solo que ahora es tarde y la maldición retorna.
La nefasta lucha entre las razas ¡tan inútil era!
cobra vidas inocentes, y solo dolores siembra.
Me siento torturado por la acidez de la culpa,
yo inicié todo esto y solo despecho me toca.
Pero este delirio de anhelar la paz a la fuerza,
me recuerda con tormento lo tangible de mi esencia.
¡Vatos locos por siempre!,
aunque el pasado no regrese,
salvé al menos mi mente de este destino inerte.
Huella, Daily Jara©
08-08-2012