jueves, 26 de marzo de 2020

Te pide mi alma

Te pide mi alma su huida….
la úvula de luz que me desintegra,
quebrando las espaldas de la realidad,
he perdido los dientes que devoran el sueño,
soy bruma y carcoma de tu acequia  voraz.

Voy derrotada con mi cuerpo a cuestas,
me hostiga la afilada uña de la crueldad. 
¡Qué honda rasgadura es la conciencia! 
¡Qué malévolo su vigilante rapaz!

Arde mi boca con su agria saliva,
ante la epifanía de las ratas fúnebres,
anómalas palabras de la necedad,
conjeturas depravadas de la vaguedad.
¡Oh, mi alma te pide su destierro!
Pide el último latido de su fugacidad. 
He aquí el testamento: 
poesía maldita de la virulencia infernal. 

Ella te pide su huida…
la otra caverna,
 el otro banquete existencial…
el epítome blanco del olvido, 
los mentolados vapores 
de la luminaria inmortal. 
¡Oh lamento indócil de la palabra!
¡Qué triste infortunio llenarte de mal!
Sacudirte el aire para no respirar,
agotarte de nada para descansar.

26-03-2020