Las hojas en movimiento,
se suspenden en la brisa,
planean mansas, sin prisa
sobre el aire somnoliento.
Se disuelve el pensamiento,
en la frágil hoja hereje,
que cada rama desteje,
pues largo ciclo declina,
y ya la vida culmina.
Vendrá cuando todo añeje.
El árbol paciente duerme,
lo acunan gotas de lluvia,
o el rocío que diluvia.
Le consuela ver que merme
brillo sin que todo yerme,
pues la tierra guarda vida,
y la energía se cuida,
para ya fluir en su instante,
al retoñar lo flagrante,
en su vibración sin huida.
Huella
05-04-2014
se suspenden en la brisa,
planean mansas, sin prisa
sobre el aire somnoliento.
Se disuelve el pensamiento,
en la frágil hoja hereje,
que cada rama desteje,
pues largo ciclo declina,
y ya la vida culmina.
Vendrá cuando todo añeje.
El árbol paciente duerme,
lo acunan gotas de lluvia,
o el rocío que diluvia.
Le consuela ver que merme
brillo sin que todo yerme,
pues la tierra guarda vida,
y la energía se cuida,
para ya fluir en su instante,
al retoñar lo flagrante,
en su vibración sin huida.
Huella
05-04-2014
4 comentarios:
(...)La tierra se lamenta, mas sus palabras alientan la paz en sus laderas.., tal concierto entre ambos se confunden los derroteros remotos...
Un abrazo.
Un par de décimas, de maravillosa factura. A veces creo que tu pluma la guia un Ángel.
Besos Daily.
Gracias amigo Anónimo, todo en mi inspiración hoy se debe al poder de la tierra. Las formas de vida se guardan, mientras otras fenecen. Se siente ese equilibrio en todo el universo.
Luis qué grato recibir tu presencia en la orilla, déjame decirte que el ángel eres tú, pues siempre me has ayudado a mejorar mi producción poética, eres un maestro, amigo mío. Te quiero mucho.
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