Cuadro de Chris Mars
Se eleva en el vacío,
y es ahora desdeñada.
En su vientre seco
se albergan gemidos de fantasmas,
pactos perturbantes
de viejas monjigatas,
ritos tenebrosos
y profanas alabanzas.
Blasfemia en la oscuridad,
donde el frío bautiza el aura,
donde la piedra enmudece
y la demencia canta
sordos acordes,
del clavecín del alma,
desafinado contrapunto,
de la fuga pagana.
La escultura de los gritos,
es sin duda de una dama,
de su pecho desnudo,
lactan ahora las larvas,
ella es temida, malvada...
es por todos despreciada,
estaba inundada de ideas,
fue en otro tiempo amada.
26-06-2018
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