La hippie de violeta en la calle
Me gusta caminar en la calle...
recorrer el territorio de todos y de nadie,
allí donde habitamos todos los seres,
convergiendo nuestras miradas extrañas, alegres o desiertas.
Saber que soy ser parte de esta realidad llamada «mundo»
transpirando el mismo sudor que el noble obrero,
cuando cada día lucha por llevar el pan a su mesa,
aun batallando su cansancio y el dolor de su cuerpo.
Deambular por los pasillos desolados, patear las latas,
rastrojos de vidas, que aun en el aire
dejan flotar todavía las sombras de sus almas.
Ver las palomas acostumbrarse a su nuevo hábitat,
recogiendo migajas salobres en su prisión de cemento.
Seguir a los niños libres de la calle,
ver sus caritas inocentes empolvadas de tierra,
intercambiar con ellos algunas dulces palabras,
y ser un poco hereje al cobijar sus miedos y sueños.
Ver los escaparates....
tantas ropas ridículas guardadas para nada,
en maniquís sintéticos e inertes,
sabiendo que hay ancianas que padecen,
y jóvenes pasando frío en las noches.
Mataré el egocentrismo
y la frialdad de mi propio escaparate,
regresaré a la vida, salvaré al mundo de sus crueles miserias.
Huella, Daily Jara©
25.11.2012
