
A los hippies y rastas
Anarquía...
Ávida libertad que no se domina,
franqueza de un simple divagar,
persecuciones románticas a la luna,
en los cielos nocturnos de mi ciudad.
Cambio toda profesión y oficio
por danzar en el suelo de esta plaza.
Estoy enamorado de la vida,
prefiero éste eterno deambular.
Mi paga es ver las estrellas,
estampar signos de paz.
No importan vestimenta y atuendo,
nací para solo amar.
He creado mi propio lenguaje,
tal vez incomprendido por los demás,
me reivindica mi propio desorden,
mi voz que critica maldad.
Huella, Daily Jara
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