Dedicado a las prostitutas de mi ciudad...
Este es mi infierno, vender mi cuerpo,
pero no soy digna de desprecio también siento,
la vida sepulta mis pocas fuerzas,
y negada de mi misma, por mis hijos hago esto.
Mi cuerpo es el estigma del desprecio,
pero tengo mi alma intacta, no flagelarán lo que pienso.
Así usen mi nombre para discriminar al resto,
sabré subsistir, recobraré mi aliento.
Mi sexo es el juguete de un falso deseo,
pero he aprendido a no pensar en eso,
hundida en la derrota por amor mato mi ego,
no heredaré esta vida de quienes siempre protejo.
Ajena de este escarnio torturaré mi cuerpo,
digan lo que me digan, siento puta, siento.
Consumiré el dolor clavado a mi destino,
será mi sostén, el amor de quienes cuido.
Huella, Daily Jara©
05.12.2012
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