sábado, 5 de enero de 2013

Huellas de esperanza



Soy de la calle, de la vida...
Del mundo de las sombras al que nadie quiere llegar,
de los territorios de la tristeza, donde sufriendo se consigue la paz.
Voy por aquellos callejones más oscuros,
siguiendo el rumbo del transeúnte sin destino,
sedienta de luz para derrumbar el olvido. 

Voy siguiendo las huellas  de la esperanza, 
ansiando para mi gente una sonrisa que les aliente. 
Traigo conmigo el poder de las flores,
el color irreverente que traspasa la carne, la mente. 

Voy robándole al sol algunos rayos,
quizás con el capricho de alegrar a los niños,
procurar para nuestra eterna orfandad,
un calor tan humano que nos cubra los vacíos. 

Y floto como burbuja enloquecida,
llevando sensaciones nuevas para los desvalidos,
para quienes necesitan una voz cálida,
que renazca con ternura el color en las almas. 

Emerjo de esta profundidad llamada sufrimiento,
batiendo mis alas hacia el cielo,
procurando al menos que con mis palabras,
se instaure un reino o quizás un nuevo aliento. 

Huella©
05-01-2012

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un abrazo, una sonrisa, una mirada, una palmada en la espalda...Un simple gesto es importante, una sencilla palabra y esa luz que llamamos esperanza puede brillar en el más oscuro de los callejones.

QUÉ PRECIOSIDAD DE POEMA!!!!

Besos!