domingo, 23 de diciembre de 2012

Tarde de Navidad

                                                             
                                                                    Niño huérfano cerca del Rio Paraguay

Corro, sin cansancio...
siento que el agua me llama con su suavidad celestial,
inundada  en los volátiles colores de la tarde,
Se siente como la voz dulce de mamá,
 cuando en espíritu parece tomar forma otra vez del vapor de agua.

El sol sonríe...despide fulgores amarillos en las nubes,
es como una enorme pupila brillante que me observa,
que me ciega de luz, impregnando mis sensaciones,
tan ajenas del mundo y su corrupción.

Corro, solo corro...
al paso que sigo dejando mis huellas en la arena,
inclinándome para escuchar el murmullo de  las rocas.
pequeñas compañeras de esta travesura inicial.

Y mojo mis pies  en el agua...
como si atrapara de vuelta el calor de mi madre,
como si cobijara un segundo más el sonido de voz,
la quietud impenetrable de su vientre tan líquido y maternal.

Sus manos de sol me abrazan,
 a través de los destellos escurridos en el agua,
quizás en la transparencia diseminada en las ondas,
en sus caricias de sueño,
tan idas ya, pero reales en esta Navidad.

Huella©
24-12-2012


 

2 comentarios:

Anónimo dijo...

hola Daily bueno aca el tema es el agua que viene como a lavar todas nuestras dolencias y el espiritu de la navidad la transporta hacia nosotros creando imagenes que nos alivian y nos traen buenos recuerdos que alla paz para todos este año es mi deseo ¡¡felices fiestas!!

Anónimo dijo...

La Navidad no siempre es igual para todos, así como unos la viven sumergidos en la ostentación, también hay muchísimos que tan sólo pueden abrazar sus recuerdos, los más íntimos, los más tiernos y los únicos que les dan algo de calor entre un mundo tan pero tan frío.

Con tu permiso me encantaría quedarme por tu blog.

Saludos!!!